sábado, 3 de diciembre de 2011

III -me.

Acompáñame hasta donde se pone el sol, justo ahí, donde se mezcla con el mar. Llámame princesa aunque no lleve corona, ni un vestido precioso y unos tacones de cristal que perder cuando el reloj toque las doce. Déjame revolverte el pelo hasta que mis dedos se pierdan entre tu cabeza, hasta que no sepas cómo peinarte otra vez. Deséame mis mejores días y dame tus mejores noches. Baila conmigo, aunque no tengamos ni idea, aunque nuestros pies se pisen entre ellos, aunque la música marque otro compás. Miénteme y dime lo guapa que estoy. Cállame con un beso si estoy hablando demasiado. Discute conmigo hasta que me de cuenta de que no tengo razón y me enfade. Haz que me desenfade. Hazme todo lo que quieras, pero no juegues conmigo. 

lunes, 21 de noviembre de 2011

II - Desafinando.

Su voz entonaba un sol un poco desafinado, y yo sólo quería que aquel sol no acabara nunca. Sus dedos se perdían en las cuerdas de la guitarra y una suave melodía se mezclaba con el aire de aquella habitación de la cual sólo queda el recuerdo. Un par de fotos de una época mejor pegadas con un celo amarillento que estaba despegando el yeso de la pared, un póster de aquellos cuatro chicos de Liverpool y la ventana con gotas que jugaban por el cristal a ver cuál llegaba primero a la meta. La cama estaba deshecha, no me tenía que impresionar, ya no. Sin más, su boca se cerró y la canción que estaba cantando se quedó a medias, iniciando un silencio que ya no era incómodo. 
-¿Qué hacemos? - Me dijo.
Como si fuera poco todo aquello.


jueves, 17 de noviembre de 2011

I - Inauguración.


Entrada número I, lo más lógico sería que me presentara, pero no lo haré porque me gusta saltarme ciertas normas. Es más, voy a "despresentarme", es decir, os voy a decir las cosas que no soy: No soy una sandía, aunque me gustaría que mi vida se resolviera y fuese deliciosa simplemente quitando unas cuantas semillas; no soy una lámpara, no me enciendo e ilumino a los demás por momentos y luego me apago y, puf, adiós; no soy una alfombra, no me gusta sentirme pisada por los demás aunque a veces me gustaría quitarme toda la mierda de encima pasando la aspiradora; no soy el juguete con el que jugabas de pequeño, no quiero que no me tires a la basura por el simple hecho de que me querías, quiero que me quieras; no soy un par de calcetines, aunque sí que es cierto que no tengo pareja y que es muy fácil hacerme agujeros. No soy tú, pero puede que te sientas identificado con mis palabras o con mis pensamientos. Si es el caso, me podrás ir leyendo de vez en cuando. 


D o  n o t  r e g r e t  a  s i n g l e  t h i n g ;